Ermita de San Antonio, Llendemozó (Cabuérniga)

viernes, 16 de enero de 2015


Llendemozó es uno de esos pueblos abandonados que hoy existen en Cantabria. Apenas cuatro casas en pie, y lo que parecen ser los restos de los muros de otra hilera de casas bajo los matorrales, es todo lo que queda de lo que en su día fue un pueblo habitado por gentes de otras épocas.
La Venta de Cosío, una enorme casa blasonada, con un imponente escudo de piedra en su fachada, como seña de identidad de las familias importantes y adineradas, es su edificación más importante, aunque la mitad de ella está derrumbada por el paso del tiempo y el abandono.

Justo antes de llegar a Llendemozó, un poco antes, entre extensos prados, se encuentra la ermita de San Antonio, cercada por un muro de piedra, y bajo la sombra de los árboles que la rodean. Tras años de abandono, fue restaurada, y hasta aquí llegan gentes de los alrededores cada año para celebrar sus fiestas, que se realizan en la misma campa al lado de la ermita.

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